La Parroquia de San Benito Abad ha mirado con tristeza como envigado abre paso al desarrollo urbanístico y como mientras muchos habitan lujosas viviendas, la virgen conservaba una rustica y envejecida casa, cuyo origen se dio, en 1946, cuando
el sector era veredal.
Conscientes de que regalarle una bella casa solo sería posible uniendo varios corazones llenos de amor por María y por Jesús, se determinó entonces pedir a través de ésta página, colaboración para remodelar y lograr para la Virgen de las Mercedes una capilla más acorde, más bella, contando con el apoyo del sacerdote Hugo León Grajales Cano, párroco de trayectoria en la comunidad, reconocido por sus grandes virtudes personales.
La Virgen María ha estado esperando entonces, por varios años, a seres bondadosos que le den una casa que todos encuentren hermosa, sin recibir respuesta alguna.
Luego, debido a la construcción vecina que realizó un talud profundo al lado, le Ermita se agrietó en paredes y piso. Después, el retablo (frente del altar) fue alterado por los constructores que revocaron la parte exterior de la pared de atrás dejando la parte interior llena de troncos de cemento (el retablo estaba elaborado con adobe calado).
Las condiciones de su casa empeoraron y se tornó imposible celebrar la Eucaristía.
Por mucho tiempo entonces, la Santísima Virgen se encontró en la sacristía de la Ermita, guardada, esperando a sus hijos.
Por esta razón el Padre Hugo León Grajales Cano decidió realizar las adecuaciones necesarias para que la Ermita no quedara abandonada. Debemos de agradecer su generosidad. La Parroquia no goza de aportes suficientes y el padre como empleado de reconocida institución educativa, ahorro para asumir la reconstrucción de la Ermita. Su aporte es realmente loable.
Mirando la transformación de la Ermita de Nuestra Señora de las Mercedes, vecinos del sector, entusiasmados con la labor realizada por el padre, se unieron con generosidad para hacer realidad el sueño de todos los que aman a la Santísima Virgen y que de pronto veían imposible, por requerir de una considerable suma de dinero, asumir personalmente este proyecto de restauración.
Gracias padre Hugo.
Un Dios les pague a todos los Benefactores.
Podemos entonces reencontrarnos nuevamente con nuestra hermosa Madre cada Martes y rezar el Santo Rosario en comunidad a las 6:00 pm y asistir a la Eucaristía a las 6:30 pm.
DIOS LES HA DE PAGAR.
Es la casa de Dios, mejorada por los amantes de la Santísima Virgen, como un regalo de amor.
